La muerte de Acuario

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CreateSpace Independent Publishing Platform., 2016 - 185 páginas

Arqu medes Gonz lez,
que pertenece a la moderna generaci n de periodistas nicarag enses, aparece por primera vez como novelista y al hacerlo, entra tambi n en la modernidad de la escritura inventiva sin tropiezos de principiante.En La muerte de Acuario hay dos elementos valiosos que se conjugan de manera eficaz, y son la historia nacional, y la imaginaci n vista desde la propia literatura cl sica, no en balde los personajes principales son el presidente Evaristo Carazo, uno de los presidentes de nuestros c lebres treinta a os conservadores de la segunda mitad del siglo XIX, sometido aqu a la fragua de la imaginaci n; y el detective
Sherlock Holmes
creado por Sir Arthur Connan Doyle, pero que Arqu medes le toma prestado, junto con su inseparable amigo, el doctor Watson, para que viajen a la provincial Managua de aquella poca en busca, nada menos, que de
Jack El Destripador.
Es la novela escrita por un buen lector de la historia de Nicaragua, y de las novelas de Connan Doyle, y que habla por tanto, con conocimiento de causa, para juntar la historia le da con la literatura le da a trav s de la imaginaci n, que es donde se sit a la novedad de esta novela.Pero no se trata solamente de un experimento feliz. As como el Sherlock Holmes que recorre las calles de Managua en busca de las pistas para atrapar a Jack El Destripador, resulta cre ble porque sigue siendo un personaje de Connan Doyle, s lo que trasplantado al tr pico centroamericano, el Coronel Evaristo Carazo es cre ble desde su primera aparici n porque est tratado como un personaje a veces ecu nime, las m s de las veces arbitrario, austero, y a la vez matrero, que gobierna un pa s sumido en la oscuridad del atraso, al que alumbran las primeras luces republicanas.Quien entre en las p ginas de La muerte de Acuario se encontrar con un libro lleno de sorpresas. El primer autom vil que llega al pa s, y que termina descalabrado en manos del propio presidente Carazo. El encuentro de Sherlock Holmes con Rub n Dar o en una cantina de Managua. El banquete de estado que el presidente Carazo ofrece al presidente Soto de Costa Rica, en fallida visita oficial, siempre el conflicto del r o San Juan de por medio.Y el fin de las pesquisas para hallar a Jack El Destripador, que el lector debe encontrar por s mismas al final, ya que no me cabe duda de que todos quienes emprendan la aventura de leer este libro, llegar n cumplidamente, y con avidez, hasta la ltima p gina.
Sergio Ram rez, ganador delPremio Alfaguara de Novela

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